6/12/15

Tu mirada



¿Por qué miras la flor?
¿Por qué la miras?
¿No ves que cuando siente
sobre sus delicados pétalos
tu profunda mirada,
se siente avergonzada
de ser flor?
¿No ves que sufre y maldice su destino
por no ser la más bella?

¿Por qué miras la noche?
¿Por qué la miras?
¿No ves que al penetrar
en ella tu mirada
se transforma en destello refulgente?
¿No ves que ya no es noche
porque sus gritos despiertan a la aurora?

¿Por qué miras mi alma?
¿Por qué la miras?
¿No ves que se acobarda
y se transforma
en triste sombra errante?
¿No ves que ya no es alma?
¿Que sólo es marioneta
que mueves a tu antojo
tan sólo con mirarla

...y es que tus ojos,
dos faros con embrujo,
son capaces de eclipsar la belleza
de la noche y la flor.
Y hasta capaces son
de transformar mi alma,
de robarme el sosiego
y hacer de mí hoja muerta
que el viento del otoño
fustiga sin descanso...

¡No mires más mi alma
y llénala de amor!

       


                                      De "Versos al atardecer: Sueños" (2010-2013)

 

 




3/12/15

Abismos

  
Vértices puntiagudos de figuras incómodas
cercenaban mi mente
mientras las horas negras,
vacías de sentido,
me hundían en la penumbra de simas insondables.

Era capaz de ver
extensiones inmensas de campos asolados
sin moverme del sitio.
Incluso aprendí a ver
más allá de la tarde,
más allá del comienzo del prólogo sublime.

Y, como esas figuras de ojos curvilíneos
que en las tardes de invierno nos miraban tan fijas,
ya no pude torcer
mi destino ya escrito.

Y una llaga de pena derramada
sobre el mantel celeste de mis noches,
se fue enconando, amarga,
silenciosa,
y me fue carcomiendo
el tejido insensible
de mi alma masacrada.

Amaneceres planos y noches irreales
eran toda mi vida,
pues tu dulzura, amor,
tan alejada,
ya no me recitaba ningún verso.

En las cálidas noches,
me hacían tanto daño los gritos del silencio,
me dejaban tan débil,
que hasta el destello exánime
de una perdida estrella,
dañaba mi pupila.

Fue el golpe tan brutal,
que mi mente partió tras tu abandono
dejando aquí a mi cuerpo extenuado,
sin ningún argumento
para ponerme en pie cada mañana,
sin ninguna razón, amor,
para quererme, 
sin apenas motivos
para seguir viviendo…


De "Versos al atardecer: Sueños" (2010-2013)