21/12/22

De nuevo solo

 


Ya me tienes aquí, de nuevo solo.

Otra vez me dejaron con mis miedos

colgados de un cordel

al sol de agosto.


Y van ya...no sé cuantas.

Pensé que a estas alturas de la vida,

y con las cuatro reglas aprendidas,

ya nadie más podría dejarme así,

tan solo, tan vacío.

Pensé que estaba ya curado de ternuras

y de amores humanos y divinos.

Y veo que no es así.


Que sigo derrapando en cada curva

de unas firmes caderas.

Que me sigo extasiando con el brillo,

culpable o inocente,

de una intensa mirada.

Que no puedo dejar de sonreír

ante cualquier sonrisa.

Que no aprendí, que no,

a separar el grano de la paja

en esto del amor.


Y por eso seguimos navegando,

mi soledad y yo,

por mares procelosos de sueños imposibles.

Por eso y porque nunca me gustó

navegar en cruceros refinados

de alta velocidad.

Esos que nunca atracan en puertos solitarios,

que te llevan directo al "paraíso" 

-anónimo y jovial-

del sexo sin amor,

donde dicen -los que ya regresaron-

que no existe el dolor ni la nostalgia

porque nada se juega el corazón...

 

Yo soy más de bogar a la deriva,

sin rumbo, sin destino, sin jarcias ni timón,

 impulsado tan solo por los vientos mudables

 que viven en las cumbres del amor.