6/9/16

Un café solo


Mesa y café. 
Momento dulce 
para mirarme 
por los rincones 
de mis derrumbes. 
Para encontrarme 
conmigo mismo. 

Tregua serena, 
para cambiarme 
la ropa sucia 
tras la batalla 
por la decencia. 
Para cubrirme 
mis paradojas 
con tibias gasas 
de dignidad. 

Pausa precisa, 
para ser, sólo 
por diez minutos, 
pieza que encaje 
en el engranaje 
de mis ideas. 
Para engrasar 
la noble rueda 
de mis propósitos, 
esa que oxidan 
día tras día 
las humedades 
de este sistema 
frío, parcial. 

Un café solo 
para curarme 
los arañazos 
de ese felino 
sediento y ávido, 
de ese salvaje
 libre mercado 
neoliberal. 

Un café solo
a solas conmigo. 
Luego, a la calle, 
a ser de nuevo 
sólo carnaza
 para un sistema 
ciego y voraz.

6 comentarios:

  1. Qué bonito y rítmico tu poema... yo quisiera un cafecito de esos.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Hola amigo ...no encontraba donde dejarte mi comentario.
    Gracias por tu cariñosa visita ...me alegro que hayas pasado felices vacaciones ...ha sido un placer venir a dejarte un abrazo ...

    ResponderEliminar
  3. Me gustó tu poema por su forma y por su fondo fuerte y real. Abrazos.

    ResponderEliminar
  4. Hola, Joaquín!

    Un poema diferente dos habituais, pke para mi, tu es o poeta k habla de y do amore, pero, tb sei, k es un hombre informado y atento às realidades, que são vorazes, como dices en tu entrada.

    No me gusta café, pero te faço companhia, tomando un té (chá, en português).

    Abrazo con saudades.

    ResponderEliminar
  5. Es lo que demanda la vida...aunque no es fácil verse desde dentro...
    pero el ejercicio de ver ese proceso personal
    reflexionando con una taza de café es notable...

    saludos cordiales.

    ResponderEliminar
  6. Gracias amigos por vuestras huellas en este blog de viejos temas.
    Abrazos a todos y cada uno.

    ResponderEliminar